La peregrinación a Santiago de Compostela es, con altibajos y desde el siglo IX, un fenónemo económico, cultural, social y espiritual de gran relevancia en toda Europa.

Desde sus orígenes, peregrinos venidos de todas partes de la peninsula y del resto del continente han surcado caminos, territorios y mares para llegar hasta Compostela.

En Aragón, además de las vías principales: “Camino Francés”, “Camino Catalán”, “Camino del Valle del Ebro”, “Camino Valenciano”,… se han identificado muchos otros recorridos que durante años pudieron ser utilizados por los peregrinos. Uno de ellos es este Camino Jacobeo de la Ribagorza, o VÍA ARÁN-PIRINEOS. Una ruta jacobea documentada exhaustivamente y que fue el camino que tomaron los soldados que conquistaron la ciudad del Vero, el que recorrieron las tropas aragonesas para luchar en la fatídica batalla de Muret o el que tomó el obispo San Ramón en su destierro.